Término derivado del griego que significa “Amor por la Sabiduría”
La filosofía en la antigüedad estuvo ligada a la mística, la ciencia y el arte, entre los Vedas la encontramos como una especie de misticismo, cuando habla de su Dios (Brahama) como sustancia única, pero a la vez es principio de todo y se busca la unión con ese todo en donde las esencias van a perderse en ese inmenso mar como las gotas de lluvia al océano.
Su doctrina de las emanaciones es semejante a lo que se menciona en el Génesis hebraico.
Realmente la Gnosis es una filosofía “Perennis Et Universalis”, un funcionalismo de la consciencia; brota de diversas latitudes. Quienes piensan únicamente que la Gnosis tiene su origen en la Persia, o en el Irak, o en la Palestina o en la Europa Medieval, están equivocados. La gnosis, es repito, un funcionalismo de la consciencia; la encontramos en cualquier obra India, en cualquier piedra arqueológica, etc. (Samael Aun Weor)
La Filosofía es el estudio de una gran variedad de problemas acerca de cuestiones como la verdad, la justicia, el conocimiento, la belleza, el Universo la mente y el lenguaje.
Una de las inquietudes del ser humano y de los filósofos es el conocimiento de la verdad. Jesús el Cristo dijo: “Conoced la verdad y ella os hará libres”, pero, ¿existe alguna facultad que nos permita la experiencia de la verdad sin el doloroso proceso del razonamiento?, es cierto que existe esa facultad y se llama “la percepción instintiva de las verdades cósmicas”. En un remoto pasado todos los seres humanos poseían desarrollada esa facultad, pero conforme el ego se fue fortaleciendo, dicha facultad se fue perdiendo hasta que desapareció por completo.
Esa preciosa facultad es posible volver a desarrollarla dejando de ser mecánicos, comenzamos a dejar de ser mecánicos, cuando tenemos consciencia de sí mismos. Y para ello necesitamos conocernos a nosotros mismos.
Los antiguos sabios dijeron “Nocse Te Ipsum” (Conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los Dioses), porque cuando uno se conoce a sí mismo es capaz de comprender y desintegrar los elementos inhumanos que cargamos dentro: los prejuicios de raza y de nación; el odio que conduce a las guerras, a la violencia. Pero ante todo necesitamos auto-descubrirnos, auto-conocernos, solo auto-descubriéndonos conocemos los defectos que internamente llevamos, una vez conocidos podemos eliminarlos y despierta en nosotros el sentido maravilloso del Ser, esa facultad conocida como “Percepción Instintiva de las Verdades Cósmicas”, solo esa facultad puede llevarnos a la experiencia de lo real, de eso que siempre ha sido, es y será.
En esos tiempos remotos, se cultivaba el amor a la sabiduría, la armonía con todo lo que rodeaba al ser humano y el universo, buscaban la belleza a través de todos los medios. se proponían desentrañar los misterios del Universo y del hombre mismo.
Decía Sócrates que la Filosofía era la preparación para la muerte, y que quien sabe vivir, sabe morir.
Lo que se busca en la Filosofía, es el saber que parece más inútil y que al mismo tiempo es el más importante porque no tiene otra consecuencia práctica más que la de enseñarnos a vivir. Aprender a controlar las pasiones en la búsqueda de valores más trascendentales. se proponían desentrañar los misterios del Universo y del hombre mismo.
Es más sabio dominarnos que dar rienda suelta a nuestras emociones.
La Filosofía como pilar de la gnosis nos provee de prácticas y nos proporciona las herramientas para poder contestarnos las grandes interrogantes de la creación: ¿Quiénes somos? ¿de dónde venimos?, ¿hacia dónde vamos?, ¿cuál es el objeto de esta vida?, ¿por qué vivimos?. Porque en realidad no sabemos nada de estas cuestiones y es indispensable que resolvamos estas inquietudes, pero ante todo debemos profundizar en esta eterna sabiduría, con el objeto de conocernos a nosotros mismos y así saber quiénes somos en realidad.